1.Introducción
Finlandia es un país situado en el norte de Europa. Tiene fronteras al oeste con Suecia, al este con Rusia y al norte con Noruega. Por el oeste y el sur está rodeada por el Mar Báltico, que la separa de Suecia y Estonia, cruzando los golfos de Botnia y Finlandia respectivamente.
La capital y ciudad más importante del país es Helsinki. En 2009, Finlandia contaba con una población de 5,3 millones de habitantes en un área de 303.899 kilómetros cuadrados.
La gran mayoría de la población del país se concentra en el extremo sur, en la costa del Golfo de Finlandia y sus alrededores (incluyendo el Área Metropolitana de Helsinki). Finlandia es el sexto país más extenso de Europa, y cuenta con una densidad poblacional baja de 15,5 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que convierte al país en el de menor densidad poblacional de la Unión Europea.
La mayoría de los finlandeses hablan finés como su lengua materna, la cual es una de las pocas lenguas oficiales de la Unión Europea que no descienden de la familia indoeuropea. La segunda lengua oficial de Finlandia es el sueco, hablado como lengua materna por un 5,6% de la población.
Finlandia fue parte de Suecia hasta que en 1809 fue anexionada por la Rusia Imperial pasando a ser el autónomo Gran Ducado de Finlandia hasta 1917, cuando obtuvo la independencia. Actualmente, Finlandia es una república, parlamentaria y democrática, y ha sido miembro de las Naciones Unidas desde 1955, así como de la Unión Europea desde 1995.
La economía de Finlandia es una de las más prósperas en el continente, basándose en los importantes sectores de servicios así como de manufactura. En el país existe un estado de bienestar así como una política altamente democrática y con niveles sumamente bajos de corrupción.
Estructura del Sistema Educativo de Finlandia
Educación Preescolar:
La educación Preescolar en Finlandia puede dividirse en dos
etapas. La primera etapa comprende desde
el nacimiento hasta los 5 años de edad (Guardería “Kindergarten”), es de
carácter voluntario y pertenece a entidades municipales o privadas. El coste de
estas guarderías infantiles es razonable y va acorde con los ingresos de los
padres. La segunda etapa es la llamada Educación Pre-primaria y está destinada
a alumnos de 6 años de edad. Esta etapa es voluntaria, totalmente gratuita y se
puede impartir tanto en guarderías como en escuelas básicas. Es obligación de
los municipios el organizar y garantizar la educación preescolar gratuita para
todos los niños de seis años de edad. Aún y el carácter voluntario de esta
última etapa de preescolar, en 2010 el 60% de los niños de 6 años recibían
educación preescolar.
Educación Básica:
La Educación Básica se inicia a los siete años de edad,
momento en el que empieza la enseñanza obligatoria.
Esta etapa de carácter obligatorio tanto para residentes
como para extranjeros, dura 9 años o, como máximo, hasta los 17 años de edad.
Los primeros 6 años (etapa primaria) de esta etapa son normalmente impartidos
por profesores generalistas (profesores de clase a cargo de todas o casi todas
las materias), mientras que los últimos tres años (etapa secundaria) lo son por
profesores encargados de una asignatura específica.
La enseñanza, los libros de texto, el material de
aprendizaje, la atención sanitaria, las comidas e incluso el transporte son
gratuitos durante esta etapa escolar.
La ratio de alumnado máxima por profesor es de 24 alumnos en
los primeros años de la educación básica, aunque muy rara vez se alcanza esta
cifra.
Las materias que se imparten en esta etapa de escolarización
son la lengua materna, el otro idioma nacional, matemáticas, idiomas
extranjeros, física, química, historia, instrucción cívica, educación física,
música, artes plásticas, economía doméstica, manualidades, religión o educación
ética-filosófica, biología, geografía y medio ambiente.
Una vez cumplidos con éxito los nueve años de la escuela de
educación básica, el alumno obtiene un certificado de estudios. Los alumnos que
lo deseen, tienen la posibilidad de cursar un décimo año optativo por el que
recibirán un certificado adicional. Sólo el 0,4% de los alumnos no termina con
éxito la educación obligatoria.
Con el fin de la Educación Básica el alumnado puede elegir
dentro de la educación secundaria superior entre los estudios generales o los
de formación profesional y, posteriormente, pasar a una escuela superior
profesional o a una universidad.
Educación secundaria superior:
La Educación secundaria superior está destinada a aquellos
alumnos que hayan cumplido su enseñanza obligatoria con éxito. Estos pueden
escoger entre dos opciones: la educación secundaria general (Bachillerato) o la
educación y capacitación profesional (Formación profesional) en función de
hacia donde quieran enfocar su carrera profesional.
La Dirección Nacional Finlandesa de Educación establece los
objetivos y el contenido clave de las asignaturas y módulos de estudios, tanto
para los estudios generales de bachillerato como para la educación y
capacitación profesional. Basándose en el currículo nacional, cada entidad
proveedora de servicios educativos establece el currículo local. De acuerdo con
la estructura modular de la educación secundaria superior, los estudiantes
pueden combinar estudios tanto de educación general como de educación
profesional.
Bachillerato:
El Bachillerato, destinado a alumnos de 16 a 19 años, es de
carácter gratuito e incluye el almuerzo, ya que está organizado por el
municipio. En esta etapa, el material didáctico está exento de gratuidad, por
lo que corre a cuenta del alumno.
La selección de alumnado para los Institutos de Bachillerato
está basada en las calificaciones obtenidas en la educación básica.
Aproximadamente la mitad de los alumnos que completan la educación básica
continúa en el bachillerato.
Por lo general, el programa de estudios de Bachillerato está
previsto para tres años, pero dada la flexibilidad de los estudios, los
estudiantes pueden completarlo en un período de entre dos y cuatro años. Esta
flexibilidad existe gracias al funcionamiento organizado por créditos de esta
etapa, en la cual los programas estructurados en cursos por asignatura y la
elección de cursos determina el avance en los estudios. El curso consta de
estudios obligatorios, especializados y aplicados.
El Bachillerato culmina en un examen de escala nacional que
abarca cuatro pruebas obligatorias: lengua materna y, según la elección de cada
candidato, tres de las siguientes asignaturas: la segunda lengua nacional, una
lengua extranjera, matemáticas o estudios generales (Humanidades y Ciencias
Naturales). Los estudiantes también pueden incluir pruebas opcionales en los
exámenes.
Una vez llevados a cabo con éxito los exámenes de
Bachillerato y el programa de estudios entero, los estudiantes reciben un
certificado que detalla las pruebas cursadas y los niveles y calificaciones
adquiridos. Es éste, el título de bachiller, el que les da la competencia para
cursar estudios superiores.
Formación profesional:
La formación profesional está destinada a jóvenes de 16 a 19
años. Esta etapa educativa corre a cargo de los municipios o del sector
privado, por lo que solo serán gratuitos aquellos centros organizados por los
entes municipales.
Los criterios de selección de los institutos de formación
profesional abarcan además de las calificaciones de la educación básica, la
experiencia laboral práctica y otros factores comparables, así como posibles
pruebas de admisión y de aptitud. En esta modalidad de educación secundaria
ingresan casi todos los que no siguen el bachillerato: sólo el 7% de los
adolescentes eligen no continuar estudiando.
La Formación profesional cubre siete sectores de educación,
52 calificaciones profesionales incluyendo un total de 112 programas de estudios
diferentes. Los estudios abarcan tres años (120 créditos). Cada calificación
profesional consiste en estudios profesionales que incluyen por lo menos 20
créditos de práctica en empresas, asignaturas básicas, tales como lengua y
ciencias, estudios opcionales, orientación para estudiantes y un proyecto
final. Los estudios se basan en un plan individual de estudios que incluye
tanto asignaturas obligatorias como optativas.
Las habilidades y conocimientos de los estudiantes son
evaluados tras cada módulo. Una vez terminados los estudios incluidos en el
plan individual, el estudiante recibe un certificado de calificación. Las
calificaciones de la formación profesional se pueden obtener en base a la
educación escolar o en forma de contrato de aprendizaje (capacitación en oficio
guiada por un contrato entre un instituto profesional, una empresa y el
estudiante). En los planes individuales de estudios se determinan las
elecciones y el progreso de los estudios.
Los estudiantes de formación profesional también pueden
participar en los exámenes de Bachillerato.
Educación Superior:
En Finlandia la educación abarca un largo período. Una gran
cantidad de estudiantes del ciclo superior no completa sus estudios antes de
cumplir los veinticinco años.
La educación superior es impartida por las universidades y
las escuelas superiores profesionales, que son instituciones de educación
superior profesionalmente orientadas. Ambos sectores tienen su perfil propio,
las universidades ponen énfasis en la investigación y la enseñanza científica,
mientras que las escuelas superiores profesionales tienen un alcance más
práctico.
La estrategia nacional de Finlandia apunta a que hacia el
año 2020 el 42% de los jóvenes adultos tenga un título universitario o de
escuela superior profesional.
Universidad:
Kandidaatti: grado universitario de primer nivel, 3 años,
”Bachiller”
Maisteri: grado universitario de segunda nivel, 2 años,
”Maestría”
Lisensiaatti: Grado intermedio entre la Maestría y el
doctorado (voluntario)
Tohtori: Doctorado, ~4 años
La función básica de la Universidad es realizar
investigación e impartir la enseñanza académica más elevada basada en la misma.
Su actividad se basa en la libertad científica y en la autonomía.
Los estudios universitarios pueden ser recibidos tanto en
universidades como en escuelas politécnicas. La educación universitaria es más
teórica, mientras que las escuelas politécnicas se centran más en la parte
práctica y aplicada. Por ejemplo, los médicos son titulados universitarios, sin
embargo los enfermeros reciben un título de una escuela politécnica.
Finlandia tiene una red de 20 universidades (con 164.000
estudiantes), todas pertenecientes al Estado, que cubren todo el país. El hecho
de pertenecer al Estado hace que estos estudios universitarios estén al alcance
de todos, ya que son gratuitos para estudiantes tanto finlandeses como nacidos
en el extranjero. Los alumnos universitarios reciben una asignación mensual del
Estado que puede ser revocada si el estudiante no progresa en sus estudios.
De las 20 universidades estatales, 10 son
multidisciplinares, 3 de ciencia económicas y empresariales, 3 tecnológicas y 4
de artes.
Las vías de acceso a la Universidad son variadas: el examen
finlandés de Bachillerato permite acceder a una educación superior; los que
poseen un diploma de Bachillerato o de Formación profesional también tienen la
posibilidad de estudiar en universidades, siempre y cuando éstas consideren que
están capacitados para ingresar en ellas; además de otros candidatos que hayan
cursado los estudios exigidos por la universidad en el marco de una universidad
abierta, o que posean, según la universidad, las habilidades o conocimientos
necesarios para terminar los estudios.
Todas las áreas de estudio tienen el ingreso de admisión
restringido. Puesto que el número de candidatos sobrepasa en mucho la cantidad
de plazas disponibles, las universidades aplican diferentes criterios para la
selección de estudiantes. Estos criterios son los resultados de estudios
anteriores y/o pruebas de admisión.
Según el sistema de títulos universitarios, es posible
conseguir un título académico inferior o superior. El título inferior, o el de
grado de licenciatura (de 180 créditos ECTS) y el superior o título de maestría
(de 240-270 créditos ECTS), estos se pueden conseguir en un plazo de tres a
seis años, respectivamente. Además, las universidades conceden títulos de
postgrado científicos, los doctorados.
Educación Profesional Superior:
La Educación Profesional Superior está estrechamente
relacionada con el ámbito laboral, ya que su objetivo es preparar expertos y
ejercer actividades de investigación y desarrollo. Se crearon en los años 90
con esa finalidad.
Estas instituciones se diferencian de las universidades en
que son municipales o privadas, en lugar de estatales; pero aún y así el estado
soporta el 57% de sus costos básicos. Es por esta razón, por la que los alumnos
no pagan por la enseñanza.
Actualmente Finlandia cuenta con 26 institutos de educación
profesional superior con 140.000 estudiantes.
El requerimiento general para la admisión en las escuelas
superiores profesionales es la terminación de la educación secundaria superior
general (Bachillerato) o profesional (Formación profesional). En otras
palabras, los siguientes candidatos se califican para estudios superiores
profesionales: los que hayan pasado el examen de Bachillerato o terminado la
enseñanza secundaria superior, o los que tengan una calificación profesional, o
una calificación internacional o extranjera equivalente. La selección de
estudiantes para las escuelas superiores profesionales se basa principalmente
en las pruebas de ingreso, las calificaciones académicas y la experiencia
laboral.
Las áreas de estudios son la educación, cultura, ciencias
sociales, administración y empresariales, ciencias naturales y medio ambiente,
tecnología, comunicaciones, servicios sociales, salud y turismo.
Los títulos son especializados por profesión y requieren
entre tres años y medio y cuatro años para finiquitarlos, o en su defecto
210-270 créditos ECTS, según el área de estudios. Además de aprobar el plan de
estudios se debe realizar un período de práctica laboral y un trabajo final.
Una vez obtenidos los créditos y finalizado todos los requisitos, las escuelas
superiores profesionales conceden a sus estudiantes un título de los estudios
realizados. Algunas de las escuelas ofrecen estudios de postgrado.
Educación para adultos:
La educación para adultos es un importante sector de la
política educativa de Finlandia. De hecho, cada año casi una cuarta parte de la
población participa por propia iniciativa en la educación para adultos. El
objetivo es el aprendizaje permanente, con numerosas oportunidades de
capacitación y actualización para adultos ya empleados, apoyadas por el sector
público. Los estudios que otorgan títulos son gratuitos. Aunque hay algunos que
tienen tarifas comerciales, es el Ministerio de Educación el que financia la
educación del adulto y es responsable de su desarrollo.
Todas las formas de educación y capacitación destinadas a los
jóvenes, desde la educación básica hasta los estudios universitarios, también
están al alcance de los adultos. Ciertas instituciones educativas se concentran
exclusivamente en la educación y capacitación de adultos, pero también se
imparte en universidades, escuelas profesionales superiores, institutos,
centros de capacitación, institutos populares, etc. La educación y capacitación
de adultos también se presenta en forma de capacitación complementaria dentro
de la vida laboral.
Se otorgan títulos básicos, asignaturas de carreras de
grado, preparatoria, educación complementaria, cultura cívica, etc. Pero
además, en las escuelas secundarias superiores para adultos los participantes
pueden estudiar y participar en los mismos exámenes de Bachillerato que los
jóvenes, de tal manera que también pueden conseguir los mismos títulos de
enseñanza secundaria superior profesional.
Un método flexible para adultos para estudiar y alcanzar
calificaciones profesionales es a través del sistema de calificaciones basado
en las competencias, especialmente diseñado para adultos. El sistema permite a
la gente obtener títulos profesionales demostrando sus habilidades
profesionales en pruebas de competencia, sin tomar en cuenta el origen de
dichas habilidades (si proceden de la experiencia laboral, de estudios
realizados o como resultado de sus intereses en tiempo de ocio). Los estudios
están basados en programas de aprendizaje personalizados, diseñados
individualmente para cada estudiante. Hay tres niveles de calificaciones profesionales
basadas en la competencia: calificaciones de nivel secundario superior,
calificaciones adicionales y calificaciones especializadas. La Dirección
Nacional Finlandesa de Educación establece los requisitos para las
calificaciones, siendo, por otro lado, la organización y la supervisión del
sistema responsabilidad de comisiones de calificación tripartitas formadas por
representantes de empresas, empleados y profesores.
El sistema de calificaciones basadas en la competencia
refleja los principios del aprendizaje a lo largo de toda la vida. El Estado
promociona este principio también mediante la financiación de instituciones de
educación para adultos de diferente índole. Estas instituciones educativas
disponen de una gran autonomía, así como de libertad de selección de
asignaturas, tipos de estudiante y métodos de enseñanza.
DIEZ PILARES DEL SISTEMA EDUCATIVO FINLANDÉS
1. Los docentes son profesionales valorados. La educación es
una profesión con prestigio y los profesores tienen gran autoridad en la
escuela y en la sociedad. El equivalente a Magisterio en Finlandia es una
titulación complicada, exigente y larga, que además incluye entrevistas
personales, por lo que los maestros son profesionales muy bien preparados y
vocacionales.
2. La educación es gratuita y, por lo tanto, accesible a
todos. El sistema educativo público establece que la educación es obligatoria y
gratuita entre los 7 y los 16 años y debe ser impartida por centros públicos.
Tampoco se paga por los libros ni por el material escolar, y todos los niños reciben
una comida caliente al día en el colegio, también gratuita. En el caso de que
el niño viva a más de 5 kilómetros del centro escolar, el municipio debe
organizar y pagar el transporte.
3. El reparto del dinero público se hace de forma
equitativa. Los fondos estatales se reparten de forma justa entre los centros.
Hay una base de subvención común para todos pero la cifra final varía
atendiendo a las necesidades de cada uno, de manera que se compense a aquellos
con más carencias para equipararlos al resto. La igualdad de oportunidades es
un valor esencial.
4. El currículo es común pero los centros se organizan. Cada
escuela y sus profesores diseñan y organizan el currículo (aunque tiene unas
líneas generales y un marco común para todos) y se planifican para conseguir
los logros establecidos como mejor consideren.
5. La educación se personaliza. Desde los primeros cursos se
interviene para apoyar a los alumnos con necesidades especiales, con lo que se
evita que sus dificultades aumenten con los años y se minimizan los porcentajes
de fracaso escolar. Se respeta el ritmo de aprendizaje de cada niño y se huye
de las pruebas y actividades estandarizadas. Además, los profesores suelen
ocuparse del mismo grupo desde 1.º (7 años) hasta 6.º (12 años), lo que ayuda a
que los conozcan mucho mejor.
6. Los alumnos tienen tiempo para todo. La educación se toma
en serio pero también se da importancia al juego y al descanso. Los niños no
comienzan el colegio hasta los 7 años, momento en el que se les considera
maduros para aprender. Además, las jornadas lectivas son más cortas. Los
estudiantes de Primaria tienen solo 3 o 4 clases al día, con descansos de 15
minutos entre cada una de ellas a los que se suma el descanso para comer.
Apenas hay deberes, el trabajo se hace en clase, no en casa.
7. Preparar la clase es parte de la jornada laboral. Los
profesores no imparten tantas horas de clase como en otros países, sino que el
tiempo que pasan en el aula es más reducido y destinan las horas restantes a
preparar sus lecciones, investigar, organizarse o trabajar de forma
colaborativa con otros docentes.
8. Se evita la competencia y las cifras. Los estudiantes no
hacen exámenes ni reciben calificaciones hasta 5.º curso (11 años) y los
informes que el profesor elabora para los padres son descriptivos, no
numéricos.
9. Se premia la curiosidad y la participación. La
imaginación y la capacidad de emprendimiento son muy apreciadas en la sociedad
finlandesa, abundan los profesionales de campos artísticos y creativos y
también los de tecnología e ingeniería. Esto también se fomenta en la
educación, donde se valora la creatividad, la experimentación y la colaboración
por encima de la memorización y las lecciones magistrales.
10. Los padres se implican. La sociedad y las familias
consideran que la educación es fundamental y la complementan con actividades
culturales. A esto contribuyen las ayudas que reciben los padres para la
conciliación de la vida laboral y familiar, para que dispongan de más tiempo
con sus hijos.
FINLANDIA Y PISA
Los resultados del primer estudio PISA, llevado a cabo en el
2000, fueron recibidos en Finlandia con satisfacción y sorpresa. Los
finlandeses habían emprendido desde hace 30 años profundas reformas en su
sistema educativo; pero no habían tenido aún la oportunidad de constatar los
efectos positivos de un modo tan incuestionable y en el marco de un estudio
comparativo tan extenso.
En la primera evaluación PISA, Finlandia logró el primer
lugar en lectura entre los 43 países participantes (los 30 países de la OCDE y
13 países asociados); llegó al 4to lugar en matemática y al 3ro en ciencias.
Manteniéndose entre los primeros países del mundo por la eficacia de su
educación, Finlandia mejoró su posición en PISA 2003: entre los 41 países
participantes, obtuvo el primer lugar en las tres materias evaluadas en el 2000
y el segundo lugar en resolución de problemas, materia introducida en esta
nueva evaluación.
Finlandia hizo entonces un estudio atento del asunto y
publicó un análisis de sus resultados en PISA 2003 (lo que no había hecho en el
2000). El informe correspondiente pone en evidencia características cuyo
interés va más allá de los resultados totales. En efecto, la diferencia entre
chicos y chicas es mucho menor que en cualquier otro de los países
participantes. Los chicos no responden tan bien como las chicas en lectura,
pero la diferencia entre unos y otras es mucho menor que en cualquier otra
parte. Y en matemática, a diferencia de los demás países, las chicas responden
casi tan bien como los chicos. Otra característica notable es que en Finlandia,
después de Islandia, el impacto de las diferencias sociales sobre los
resultados de los alumnos es el más bajo. De manera muy significativa, la
cuarta parte más desfavorecida, en términos socioeconómicos, de la población de
alumnos finlandeses se sitúa, en matemática, sobre la media de los países de la
OCDE. Del mismo modo, las diferencias existentes entre los establecimientos
son, también después de Islandia, las menores de todos los países evaluados.
Otra conclusión notable del estudio es que la proporción de
alumnos que obtuvieron bajos resultados en matemática es mucho menor en
Finlandia que en cualquier otra parte (6% contra un 21% de la media de países
de la OCDE). Este dato se relaciona sin duda con el hecho de que los alumnos
finlandeses tienen una gran confianza en sí mismos, en sus competencias y en su
potencial de aprendizaje. En sí, el nivel de ansiedad relacionado con el
aprendizaje de matemáticas aparece claramente como más bajo que en los otros
países.
Se concluye en este estudio que Finlandia es un país donde
las desigualdades consiguen ser corregidas mejor por la educación; es un país
donde las diferencias de capacidad entre los chicos y chicas son las más bajas
y dónde los alumnos tienen una valoración muy positiva de ellos mismos con relación
a los aprendizajes.
En consecuencia, vale la pena tratar de entender cómo este
país ha sabido aportar respuestas tan pertinentes a problemas que Francia no ha
podido resolver aun después de 30 años de implantado el colegio único.
VIDEO
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